¡¡DIOS es Malo!!

Enfermedades, plagas, crisis sociales… Dios tiene culpa de todo, porque él hace y deshace.
Muchas personas creen que toda desgracia proviene de Dios, y lo culpa de todo, poniéndolo en el lugar de creador hiriente, dañino y maquiavélico.
Pensar que Dios es el causante de nuestras enfermedades está muy alejado de la realidad.
El es un Dios de amor, de gracia y misericordia.
La respuesta está claramente especificada en la Biblia.
La humanidad desde el momento de caer en falta en el huerto del Edén ha traído consigo muerte, daño físico y espiritual.
Arrastramos conductas y formas de pensar opuestas a la voluntad de Dios: enseñanzas y modos de vida que aprendemos de pequeños y que hemos desarrollado de generación en generación trayendo consigo situaciones llenas de insatisfacción y dolor.
¿Que significa? Que el pecado es claramente el causante de ellos.
¿Qué son los pecados?, son la ausencia de la voluntad de Dios en nuestras vidas; a mayor pecado, mayor ausencia de Dios.
Debemos saber que Dios no puede obrar un una persona o familia que no permita su mover en sus vidas, Dios nunca va a imponerse, es un Señor, el va a esperar que lo dejes entrar, su palabra dice: Apocalipsis 3:20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.”
Con una mano en el corazón, ¿Realmente somos unos santos en nuestra manera de vivir?
Siempre estamos atentando contra la manera de vida que Dios enseñó, aun aquellas personas que juran y perjuran ser creyentes lo hacen, “mentiras piadosas”, tarot, brujerías, santerías, fornicaciones, traiciones, vueltos, entre otras.
Hemos permitido que las falsas doctrinas e idolatría tomen dominio y prioridad en nuestras vidas alejándonos de la voluntad que Él preparó para nosotros desde el vientre de nuestra madre (Isaías 49:5).
No en vano envió a su hijo a morir por nosotros, ¿Quién entregaría a su hijo y lo mataría por amor?, creo que nadie lo haría, si me lo pidieran y me dijeran que al morir salvaría al mundo, mi respuesta seria un rotundo ¡NO!
Pero El lo hizo sin dudarlo ¿PARA QUE? Simple: la palabra dice en Isaías 53:5 -Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades, el castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.”- . O sea, por medio de la cruz Jesús intercedió por nosotros para que vivamos en plenitud, lejos de todo sufrimiento, siendo salvos. Jesús padeció en ella para que nosotros a la hora de declararlo Dueño y Señor de nuestras vidas seamos renovados con su Santo Espíritu, logrando así una vida plena en el Señor y la salvación eterna.
¿Cómo puede entonces hacer el mal aquel cual sinónimo es AMOR? (1º de Juan 4:7)
Sepamos que así como hay un Dios que nos ama, también hay alguien que nos quiere ver totalmente destruidos, Satanás.
La palabra nos dice en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. ¿Y quién es aquel ladrón?
Debemos entender que el único que viene para matar robar y destruir es Satanás, deseando devastar la creación más preciada por Dios, nosotros.
Esto no es un juego de poderes, cuando Dios creó la humanidad le dio la libertad de elección (libre albedrío), somos nosotros los que permitimos que el enemigo (Satanás) se enseñoree de nuestras vidas al no aceptar a Cristo como nuestro salvador.
Si realmente estás cansado de tu enfermedad, tu vicio, tu desgracia, tu desacierto, ya sabes que elección tomar.
No hay estampita, ni crucifijo, ni agua bendita de no se dónde, que te traiga tal libertad. El único que puede librarte de aquello en lo que has sido preso por años es Cristo Jesús el autor y consumador de la fe, (Hebreos 12:2).

Si deseas con todo tu corazón aceptarlo como Señor y Salvador y tener una nueva vida en Cristo, te invito a que hagas esta oración:

Señor Jesús, confieso que soy pecador, que he hecho lo incorrecto ante tus ojos, te pido que perdones mis pecados.
A partir de hoy te declaro mi Señor y salvador, entra en mi corazón, hazme una nueva criatura, pon mi nombre en libro de la vida y a partir de ahora guía mis pasos Señor, en el nombre de Jesús, Amén y Amén.
Carelia Gajardo